Introducción
Más que una corriente filosófica podemos definir la actitud posmoderna como un ambiente cultural en que está inmerso el hombre común y corriente de principios del siglo XXI
Aproximadamente desde 1970 se viene hablando en filosofía de una nueva época del pensamiento. Para algunos intelectuales el mundo actual se caracteriza por un cambio radical con respecto a las cosmovisiones que orientaban a la humanidad hasta hace unos cincuenta años. Esta nueva manera de pensar y de concebir la realidad recibe el nombre de "actitud posmoderna". El término posmoderno hace alusión a una crisis de las ideas y valores proclamados en la modernidad. Es una época caracterizada por la pluralidad de pensamientos y un declive de la razón que hace imposible una visión unitaria de las cosas. En general, podemos determinar algunas características del pensamiento posmoderno.
Debilidad de la razón y fin de los metarrelatos
La modernidad defendió la fe en la razón como actitud fundamental para el progreso y el desarrollo de los pueblos. n contraste, los posmodernos proclaman un pensamiento débil incapaz de crear criterios, ideas y valores universalmente válidos.
Ningún planteamiento teórico racional tiene la última palabra en el mundo, todo tiene validez relativa, se circunscribe a situaciones locales, pero no podemos pretender que nuestras ideas, por más interesantes que parezcan, sean aceptadas por todo el mundo.
Esta visión de una racionalidad débil conduce a los hombres posmodernos a una visión escéptica de las grandes ideas ilustradas: los grandes metarrelatos.
Unido al pensamiento débil, encontramos en la posmodernidad unareivindicación de la tolerancia, el pluralismo y la diversidad.Como efecto de la globalización vemos que en un mismo territorio pueden convivir múltiples visiones del mundo; nadie tiene la última palabra frente a las diferentes formas de sentir y pensar, lo importante es aceptar al otro en su diversidad enriqueciéndonos mutuamente a partir de lo que cada uno es y tiene
En la posmodernidad lo que observamos es una multiplicidad de visiones éticas que nos recuerdan el relativismo moral de los sofistas: nadie tiene la verdad, todo depende del punto de vista desde donde se miren las cosas.